Seamos honestos, la verdadera razón por la que visitas Granada es para ver la Alhambra. Es un lugar tan increíble, que gente de todos los rincones del mundo viene a Granada sólo para admirarla. Pero aunque la ciudad no sea muy grande (220.000 habitantes), tiene mucho encanto.
Desde el mirador de San Nicolás, en el barrio árabe del Albaicín, se puede contemplar el casco antiguo de la ciudad y, enfrente, el impresionante complejo de la Alhambra con las montañas de Sierra Nevada al fondo. Es definitivamente uno de los lugares más mágicos no solo de Andalucía o de España, sino de todo Europa.
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El suntuoso complejo de la Alhambra es un símbolo de Granada y su época dorada, así como uno de los mejores ejemplos de arquitectura árabe del mundo. Aunque la fortaleza original existe desde el siglo IX, no fue hasta el siglo XIII cuando se convirtió en la joya de la corona de la dinastía nazarí.
La Alhambra es probablemente el monumento más visitado de España. Hoy en día, los visitantes tienen la oportunidad de pasear por torres, palacios y jardines donde vivieron sultanes y reyes, y donde se creó historia europea.
El conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife es enorme y hay mucha historia que asimilar. Por esa razón, te recomendamos participar en una visita guiada para aprovechar al máximo tu tiempo.
El barrio árabe de Granada, conocido como el Albaicín (o Albayzín) está situado en la ladera frente a la Alhambra, y juntos fueron designados patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1984.
Formado por estrechas y sinuosas calles que se extienden a través de una empinada ladera, el Albaicín conserva aún el encanto y el esquema de barrio árabe medieval que fue en su día. En el momento álgido de su edad de oro durante el reino nazarí (siglos XIII al XV), el Albayzín tenía más de 40.000 habitantes y 30 mezquitas.
Sin embargo, tras la reconquista de Granada en 1492, entró poco a poco en un período de decadencia: las mezquitas fueron demolidas para construir iglesias y, en menos de un siglo, los árabes fueron expulsados.
Lo más importante que hay que hacer en el Albaicín es simplemente perderse por él, deambulando por sus pintorescas calles y acabando en el famoso Mirador de San Nicolás (acceso gratuito). Este popular mirador ofrece unas vistas asombrosas de la Alhambra, especialmente bonitas al atardecer, ¡aunque es también cuando más abarrotado está!
Otros lugares que pueden ser de interés en el Albayzín:
* Consejo extra: la línea de minibús C31 hace un recorrido de 20 minutos por el barrio del Albaicín. Sale de la Plaza Nueva cada 15 minutos y el billete cuesta aproximadamente 1,40€. Puedes bajarte en la parte alta del barrio del Albaicín o quedarte en el autobús una vuelta completa.
El barrio del Sacromonte de Granada alberga la comunidad gitana de la ciudad, que se estableció en Granada en 1492, tras la reconquista cristiana. Es probablemente el barrio más pintoresco de la ciudad, donde las casas son en realidad cuevas excavadas en la ladera de la colina.
Aunque los orígenes del barrio de Sacromonte no están claros, se sabe que el uso de cuevas cobró fuerza en el siglo XVI. Fue entonces cuando los judíos y musulmanes de Granada fueron expulsados de la ciudad y se mezclaron con los gitanos en Sacromonte, que era una zona marginada fuera de los muros de la ciudad.
La comunidad gitana del Sacromonte es también conocida por sus tradiciones flamencas. Cada noche se celebran multitud de actuaciones de flamenco. Aunque sea bastante turístico, ver un espectáculo de flamenco en una cueva del Sacromonte sigue siendo una experiencia única y recomendable.
Si estás interesado en visitar una cueva por dentro, permanece atento mientras paseas por la zona y verás a algunos lugareños ofreciéndo acceso a su cueva por 1€ o 2€.
Como alternativa, en la parte superior de la colina hay un museo folklórico al aire libre dedicado a la tradición gitana del barrio llamado Museo Cuevas de Sacromonte (entrada: 5€).
* Consejo extra: la línea de minibús C34 hace una ruta circular por los barrios del Albaicín y Sacromonte. Sale de la Plaza Nueva cada 30 minutos y los billetes cuestan aproximadamente 1,40€.
El flamenco es un apasionado arte ancestral que se ha convertido en una forma expresiva del folclore andaluz. No sólo ha sido popular durante siglos, sino que aún hoy en día juega un papel importante en la cultura local. Forma parte de fiestas, tradiciones y de la vida cotidiana. ¡Los andaluces lo llevan en la sangre!
Granada es uno de los principales núcleos del flamenco y, más concretamente, su comunidad gitana en el barrio del Sacromonte. Si te interesa el flamenco, entonces presenciar un espectáculo de flamenco en Granada es una obligación. Para obtener más información, visita nuestra página Dónde ver flamenco en Granada.
La enorme Catedral de Granada (entrada: 6€) es la segunda iglesia más grande de España después de la de Sevilla. Su construcción comenzó a principios del siglo XVI y duró casi dos siglos. Por eso se pueden encontrar tantos estilos diferentes en el edificio.
Mientras que la estructura principal es en su mayoría de estilo renacentista, su fundación es gótica y los últimos altares y algunos acabados se hicieron en estilos neoclásico y barroco.
La Capilla Real de Granada (entrada: 6€) es el principal monumento cristiano de la ciudad. Aunque es más pequeña y menos impresionante arquitectónicamente que la catedral, tiene mucho más significado histórico.
La Capilla Real alberga las tumbas de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando. Como la última capital mora en ser reconquistada, Granada se convirtió en un símbolo de su victoria y es donde eligieron ser enterrados. Sus impresionantes tumbas fueron esculpidas en mármol italiano en el siglo XVI en estilo renacentista.
Sin embargo, pronto descubrirás que en realidad hay cuatro tumbas en la Capilla Real. Isabel y Fernando están acompañados por sus sucesores: su hija Juana la Loca y su esposo Felipe el Hermoso.
* Información adicional: Aunque la Capilla Real es en realidad una capilla contigua a la catedral, las entradas (y los precios de las mismas) son independientes.
El Mirador de San Nicolás es el más famoso de Granada. Se encuentra en el barrio del Albaicín, en la ladera de la colina frente a la Alhambra. Si quieres disfrutar de unas vistas espectaculares de la Alhambra, especialmente al atardecer, este lugar es imprescindible.
Sin embargo, debido a su fama, San Nicolás suele estar bastante concurrido. Se llena especialmente, como no podía ser de otra manera, a la hora de la puesta de sol. La multitud es una mezcla de turistas, hippies, gitanos tocando flamenco y artesanos vendiendo sus productos.
Aunque el Mirador de San Nicolás es, sin duda, una de las mejores cosas que ver en Granada, si quieres huir de las aglomeraciones, te recomendamos visitar otros miradores de la ciudad:
La Carrera del Darro es una de las calles más antiguas de Granada y, hasta el día de hoy, sigue siendo una de las más transitadas. Los turistas acuden a esta calle durante todo el año, atrayendo a artistas, comerciantes, mendigos, etc.
Sin embargo, si visitas Granada, la Carrera del Darro sigue siendo de visita obligada. Disfruta de este romántico paseo junto al río Darro, que comienza en la Plaza Nueva y termina en el Paseo de los Tristes, con la imponente Alhambra en lo alto de la colina a un lado y el barrio del Albayzín al otro.
También hay varios puentes que conectan la Carrera del Darro con el barrio de la Churra, al pie de la Alhambra.
Además, a lo largo de la Carrera del Darro se encuentran varios lugares de interés como los baños árabes el Bañuelo (entrada: 7€) y el Museo de Arqueología (gratuito para los ciudadanos de la UE // 1,50€ para los demás).
Tras un largo día visitando la Alhambra o paseando por los barrios del Albaicín y Sacromonte, sentirás que necesitas un descanso. El lugar perfecto para desconectar y relajarte en Granada es el baño árabe Al-Ándalus.
En cuanto cruces la puerta, el hermoso entorno y el ambiente relajado te harán olvidarte de los ajetreos y prisas de la ciudad. Te verás transportado a otra dimensión en la que disfrutar de esta relajante tradición árabe al máximo.
En el hammam Al-Ándalus se cuida cada detalle al máximo, las estancias están perfectamente decoradas e ¡incluso el atuendo de los trabajadores armoniza con el ambiente!
El acceso al baño árabe se realiza en períodos de 90 minutos y el número de personas está limitado a unas 12 en cada pase, por lo que nunca está abarrotado. Dicho esto, las plazas se agotan rápido y por lo general es necesario reservar con al menos un día de antelación.
Hay una piscina fría, una piscina templada, dos piscinas calientes, una sala de vapor, piedras calientes y una encantadora sala de relajación con té tradicional. Pero para disfrutar de la experiencia al completo, te recomendamos que también reserves un masaje.
Los piononos son unos pastelitos originarios de Santa Fe, un pequeño pueblo cercano a Granada. Este delicioso manjar está compuesto por una fina capa de bizcocho envuelta en almíbar y enrollada en forma de cilindro, cubierta a la vez con crema tostada. Aunque hay muchas variaciones, los ingredientes básicos son huevos, azúcar, harina, canela y ron.
Los piononos tradicionales son pequeños y se pueden comer en tan sólo un par de bocados. Los granadinos suelen tomarlos como postre después de la comida o como tentempié con un café a media mañana o tarde. Encontrarás panaderías y cafeterías vendiendo piononos por todo Granada.
Todos los establecimientos están muy orgullosos de sus piononos y a menudo afirman tener "los mejores de la ciudad". ¿Quién elabora realmente los mejores piononos? Sólo hay una forma de averiguarlo... ¡Probándolos todos!
* Dato interesante: El nombre "pionono" es un homenaje a un Papa del siglo XIX llamado Pío IX, que en italiano es "Pio Nono".
La Alcaicería de Granada fue originalmente el Gran Bazar de la ciudad con más de 200 tiendas llenas de seda y otros bienes preciosos (especias, sal, etc.), extendiéndose desde la Plaza Nueva hasta la Plaza Bib-Rambla. La seda era tan valiosa que el mercado tenía ¡diez puertas armadas y sus propios guardias!
La Alcaicería sobrevivió la reconquista cristiana, pero fue cerrada un siglo después cuando los musulmanes se vieron obligados a abandonar la ciudad. Desafortunadamente, un incendio en 1843 destruyó lo que quedaba. Lo que vemos hoy en día es una réplica mucho más pequeña construida en estilo neo-mudéjar a finales del siglo XIX.
Aunque las callejuelas comerciales de la Alcaicería están llenas de tiendas de souvenirs, sigue siendo un buen lugar para comprar productos artesanales de cerámica, vidrio, madera, etc.
Situada en el extremo occidental del barrio del Albaicín, la calle Calderería Nueva es famosa por su gran variedad de teterías. De hecho, se la conoce como "calle de las teterías".
Nada más pisar Calderería Nueva, te sentirás transportado a Marruecos. Aunque es un poco turística, puede ser la parada perfecta después de un largo día haciendo turismo. Aprovecha para disfrutar de un té tradicional marroquí acompañado de un bocado dulce - ¡el de pistacho es nuestro favorito!
Visita también la cercana calle Elvira (que limita con el centro urbano moderno) y las estrechas y sinuosas calles que la rodean. Esta encantadora zona está llena de tiendas de souvenirs y, de hecho, algunos de los mejores restaurantes y bares de tapas de Granada están muy cerca.
Pero si quieres aprovechar la oportunidad para probar la comida marroquí, te recomendamos el restaurante Arrayanes, que fue uno de los primeros restaurantes marroquíes en abrir en Granada en 1996.
Inaugurado en 1349 por el rey nazarí Yusuf I, el Palacio de la Madraza fue la primera universidad de Granada y funcionó como escuela de estudios musulmanes.
Fue construido en el corazón de la ciudad, junto a la mezquita principal de la época (hoy la catedral) y la Alcaicería, que era el gran bazar de Granada, donde se comerciaba con seda, oro y otras mercancías.
Hoy en día, el Palacio de la Madraza pertenece a la Universidad de Granada y su patio puede ser visitado de forma gratuita.
También es posible pagar 2€ para realizar una visita guiada de 15 min que incluye la impresionante sala de oración, ricamente decorada, y el salón de los caballeros que se encuentra en el piso superior y alberga una espléndida armadura mudéjar del siglo XVI.
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