Una ciudad real sede de la monarquía española. Una capital con más de mil años de historia. Una escena artística increíble, una gastronomía fabulosa y bares auténticos, sin pretensiones. Madrid realmente lo tiene todo.
Relájate en una de las muchas terrazas de las amplias plazas del centro histórico de Madrid. Adéntrate en las callejuelas del barrio de Lavapiés, rebosantes de un bullicio multicultural. O degusta las mejores tapas en La Latina, después de visitar algunos de los museos de arte más importantes del mundo. No es de extrañar que la expresión "de Madrid al cielo” sea tan popular.
¿Planeando visitar la capital española? No te pierdas los imprescindibles de la ciudad con nuestra selección de las mejores cosas que ver en Madrid.
Si buscas una atracción digna de un rey, no hay lugar mejor que el Palacio Real de Madrid. Hogar de la realeza española durante casi tres siglos, sus 3.418 habitaciones están repletas de tesoros.
Como el palacio real más grande de Europa, dispone de espacio más que suficiente para combinar exquisitos interiores con obras de renombre internacional. No pierdas de vista los frescos del techo de la escalera de Giaquinto, los artefactos de la Real Armería y los cuadros de Caravaggio, Goya y Velázquez.
Animada tanto de día como de noche, la Plaza Mayor es quizás el mejor lugar de Madrid para sentarse en una terraza a observar a la gente. Esta gran plaza pública se remonta a la década de 1580, aunque no menos de tres graves incendios han obligado a renovarla en repetidas ocasiones.
Rodeada de impresionantes edificios barrocos, la plaza es una visita obligada en cualquier itinerario por Madrid. Mención especial merece también el popular mercado de coleccionistas que tiene lugar los domingos.
En cuanto a mercados, pocos pueden competir con el Mercado de San Miguel. Se trata de uno de los mercados cubiertos más antiguos de Madrid y, sin duda, sigue siendo el principal destino gastronómico de la ciudad.
El Mercado de San Miguel es también uno de los últimos ejemplos de arquitectura de hierro que quedan en Madrid. Sus treinta y tantos puestos reciben más de 10 millones de visitantes al año. Hay muchas opciones para comer y beber, tanto cocina tradicional española como algunas especialidades extranjeras más exóticas.
Ten en cuenta que el mercado se llena bastante. Si quieres esquivar las grandes aglomeraciones, evita visitarlo el fin de semana. La hora de comer suele estar más concurrida que la de cenar.
Los aficionados al fútbol están de suerte. En Madrid se encuentra uno de los estadios de fútbol más famosos del mundo: el Santiago Bernabeú. Sede del Real Madrid desde 1947, tiene capacidad para 81.000 espectadores.
Si no tienes la oportunidad de asistir a un partido, siempre puedes visitar el estadio. No sólo disfrutarás de vistas panorámicas del estadio, sino que también tendrás la oportunidad de explorar el Museo del Real Madrid. Dicho museo contiene una impresionante colección de trofeos, junto con cientos de objetos que detallan la historia del club.
El Museo del Prado, pinacoteca nacional de España, está considerado como una de las mejores colecciones de arte del mundo. Lo que comenzó como la colección de arte real del rey Fernando VII, se ha convertido con el tiempo en una inmensa selección de obras de hasta ocho siglos de antigüedad.
Por ello, la lista de artistas es larga. Entre sus 2.300 obras figuran Rafael, Tiziano, El Bosco, Rubens, Goya y Tintoretto. Por suerte, la pinacoteca ofrece una ficha con las obras más destacadas para que, si no dispones de mucho tiempo, puedas dirigirte directamente a ellas.
La plaza semicircular de la Puerta del Sol es el punto cero de España (kilómetro 0). En Italia se dice que todos los caminos llevan a Roma. Y en España, todos los caminos conducen a la Puerta del Sol. El punto exacto está marcado por una placa en el centro de la plaza.
Justo enfrente del kilómetro 0 se encuentra el Reloj de la Casa de Correos. Todos los años el 31 de diciembre, miles de españoles se reúnen en esta plaza o ven por televisión cómo este reloj marca la medianoche, siguiendo la tradición de engullir 12 uvas durante los últimos 12 segundos del año.
Tampoco podemos olvidarnos de la Estatua del Oso y el Madroño. Es un símbolo de la ciudad y uno de los lugares preferidos para hacer fotos.
Aunque los orígenes del flamenco se sitúan más al sur, en la región de Andalucía, Madrid se ha convertido en uno de los principales lugares de España para ver un auténtico espectáculo flamenco.
La ciudad es hogar de gran variedad de tablaos flamencos. Dichos establecimientos ofrecen la oportunidad de disfrutar en vivo y en directo del cante y el baile de este fenómeno cultural. Así que, ¿por qué no sentarse en una mesa, disfrutar de una sabrosa comida y comprobar por tí mismo de qué va el flamenco?
Rivalizando con el Museo del Prado por su colección de arte, el Museo Reina Sofía es sin duda una de las mejores cosas que ver en Madrid. Forma parte del Triángulo de Oro del Arte de Madrid, junto con el Prado y el Museo Thyssen-Bornemisza.
A diferencia del Prado, el Reina Sofía se especializa en arte del siglo XX. Por eso no faltan en sus paredes Picassos, Dalis y Miros.
Lo más destacado es el gigantesco Guernica de Picasso, que representa los horrores de la Guerra Civil española. Esta "polémica" obra maestra, pintada en 1937, no llegó a España hasta 1981 – 6 años tras el final de la dictadura franquista.
La Gran Vía es una de las calles comerciales más importantes de Madrid. Situada en pleno centro de la ciudad, es también una parada importante para los amantes de la arquitectura.
Y es que, a lo largo de sus 1,4 kilómetros de longitud, encontrarás edificios de estilos muy diversos, desde el edificio Metrópolis, de estilo Beaux Arts, hasta el edificio Telefónica, de estilo Art Deco, que fue en su día el más alto de España.
Con sus espectáculos al estilo Broadway, sus luces brillantes y sus edificios altos, puede que por un momento pienses que estás en Nueva York. La Gran Vía madrileña tiene, sin duda, aires de gran ciudad.
Con una superficie de 125 hectáreas, el Parque de El Retiro es sin duda la zona verde más importante del centro de Madrid. Forma parte, junto con el Museo del Prado, del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El Parque de El Retiro es un lugar ideal para hacer un picnic en un día soleado. O, si lo prefieres, puedes disfrutar de una de las cafeterías del parque. Pero el "pulmón de Madrid" también acoge otras atracciones, como un lago donde se pueden alquilar barcas de remos y el emblemático Palacio de Cristal.
El Parque de El Retiro también alberga un monumento conocido como El Angel Caído. Se trata de la única estatua pública del mundo que representa a Satanás.
Malasaña es un barrio vibrante y ecléctico situado en el corazón de Madrid. Conocido por su ambiente bohemio y su energía creativa, la zona es popular entre artistas, músicos y gente joven (especialmente estudiantes de la universidad cercana). Sus calles albergan concurridas cafeterías y tiendas vintage.
Después de conocer Malasaña durante el día, quédate a disfrutar de su vida nocturna. Son muchos los bares y discotecas que permanecen abiertos hasta altas horas de la madrugada.
¿No te va la fiesta? Dirígete al Centro Cultural Conde Duque. Su agenda está siempre repleta de eventos (a menudo gratuitos), desde exposiciones al aire libre y proyecciones de cine hasta conciertos de jazz.
La Catedral de la Almudena es la impresionante catedral de Madrid. Está situada en el corazón de la ciudad, justo enfrente del Palacio Real. Aunque la primera piedra se colocó en 1883, no se terminó por completo hasta 1993, cuando fue consagrada oficialmente por el Papa Juan Pablo II.
Además del bello estilo barroco de la catedral, nos encantan los frescos de colores vivos del techo, con sus intrincados dibujos. Son totalmente inesperados y añaden un toque moderno y contemporáneo a este edificio de estilo clásico.
No te pierdas tampoco la cripta neorromántica y sus 400 columnas, una obra maestra en sí misma. Aunque la fachada principal se hace eco del estilo barroco, el interior combina lo antiguo y lo moderno. Varios artistas contemporáneos contribuyeron a sus capillas laterales.
En los últimos años, cada vez son más los bares en azoteas que van surgiendo por todo Madrid. Y a todo el mundo le encantan. Son el lugar ideal para contemplar el horizonte de la ciudad mientras se toma un refrescante cóctel o se deleita el paladar con unas deliciosas tapas.
Encontrarás populares bares en las azoteas de muchos hoteles de lujo, como el del Riu Plaza España. Pero también hay variedad de opciones más económicas, como Doñaluz, en la azotea del B&B Hotel Madrid Centro Puerta del Sol.
Con el clima soleado de Madrid, los bares en azoteas son una forma estupenda de escapar del calor durante el día, ofreciendo al mismo tiempo una ubicación privilegiada para una noche de fiesta memorable.
Chueca es otro barrio madrileño que da la bienvenida a todo el mundo. Adornado con banderas arco iris para celebrar la amplia comunidad LGBTQ+ del distrito, la zona tiene fama de ser un destino de fiesta, pero al mismo tiempo mantiene un ambiente relajado y agradable.
Hay multitud de cafés y bares, pero también muchas oportunidades para ir de compras a boutiques de moda y disfrutar de un poco de cultura.
Para esto último, visita el Museo del Romanticismo. Situado en un palacio construido en 1776, sus salas están decoradas con exquisitos cuadros, objetos de arte y mobiliario del siglo XIX. El resultado es una fascinante visión de lo que debió ser vivir en Madrid hace dos siglos.
El Museo Thyssen-Bornemisza es la última de las tres grandes pinacotecas de Madrid. Su colección contiene 1.600 cuadros, y en su día formó la segunda mayor colección privada del mundo.
La colección, creada por el barón Thyssen en sólo 40 años, es particularmente rica en las áreas del impresionismo, el expresionismo alemán y el arte americano del siglo XX. Entre los artistas de renombre que se exhiben aquí figuran Rubens, Cezanne, Monet y Van Gogh, así como Rembrandt, Degas y Gauguin.
En la planta baja del museo se expone la Colección Carmen Thyssen, de 180 piezas, iniciada por la esposa del barón tras su muerte en 2002.
Con su variada colección de obras maestras de todo el mundo, el Museo Thyssen es un destino obligado para cualquier amante del arte que visite Madrid.
El Palacio de Cibeles fue inaugurado en 1919 como oficina de correos y telégrafos. Es uno de los máximos exponentes del modernismo en la ciudad. El interior se caracteriza por su impresionante arquitectura Art Deco, con hermosas vidrieras e intrincados mosaicos.
Por tan solo un par de euros, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad desde la terraza de la azotea. Tendrás la oportunidad de admirar algunos de los monumentos más emblemáticos de Madrid desde una perspectiva única. Con su rica historia y su importancia cultural, el Palacio de Cibeles es un destino obligado para cualquiera que visite Madrid.
Frente al palacio se encuentra una de las reliquias más famosas de Madrid: la Fuente de Cibeles. Representa a la diosa romana Cibeles sobre un carro tirado por dos leones.
Con sólo un puñado de calles, el Barrio de las Letras es uno de los más pequeños de Madrid y probablemente nuestro favorito. El barrio toma su nombre de los muchos escritores y poetas famosos que vivieron aquí durante el Siglo de Oro español.
Autores como Cervantes y Lope de Vega, entre otros muchos, han llamado a esta zona su hogar. La casa de Lope de Vega es ahora un museo con un encantador patio ajardinado del siglo XVII.
Más allá de su reputación literaria, Las Letras también se ha hecho famoso por su gastronomía. Gran variedad de restaurantes y bares de tapas se extienden desde su arteria principal, la Calle de las Huertas.
Precursora del Arco del Triunfo de París y de la Puerta de Brandeburgo de Berlín, la Puerta de Alcalá es una de las cinco puertas reales construidas en Madrid. Data de 1778 y fue construida por orden del rey Carlos III, transformando así la llegada de los visitantes a la ciudad.
Fue diseñada por el arquitecto italiano Francesco Sabatini, quien trabajó para la corona y dejó un vasto legado en Madrid. La puerta es de estilo neoclásico y presenta múltiples arcos de granito que crean una verdadera sensación de imponencia.
Las calles Cava Alta y Cava Baja se encuentran en el barrio de La Latina. Son conocidas por su ambiente encantador y su arquitectura tradicional, ya que muchos de los edificios se remontan a la época medieval. Sin embargo, son más famosas aún por ser un paraíso gastronómico debido a su plétora de bares de tapas.
Tan sólo en la Cava Baja hay alrededor de 50 bares de tapas y restaurantes en una distancia de poco más de 300 metros. Abarcan un amplio espectro de experiencias gastronómicas, desde minúsculos bares históricos frecuentados por los lugareños hasta restaurantes contemporáneos que marcan tendencias.
¿No sabes por dónde empezar? Prueba Los Huevos de Lucio, en la Cava Baja, un local de tapas elegante e informal que, como su nombre indica, se especializa en huevos.
Celebrado los domingos y festivos desde hace más de 250 años, el rastro es uno de los mercadillos más grandes y emocionantes de Europa. Con alrededor de 3.000 puestos cada semana, podemos garantizar que el rastro tiene algo para todos.
La arteria principal del mercado es la calle Ribera de Curtidores, una calle comercial abierta toda la semana. En sus calles aledañas encontrarás puestos con artículos tan variados como ropa vintage, libros de segunda mano, muebles antiguos, bisutería y adornos retro para el hogar.
Posiblemente la atracción más fuera de lugar de Madrid, el Templo de Debod es un templo egipcio legítimo situado entre los Jardines de Sabatini y el Parque del Oeste.
Construido en el siglo II a.C., el Templo de Debod llegó a Madrid a principios de la década de 1970, cuando fue rescatado del lago formado por la creación de la Gran Presa de Asuán, en el sur de Egipto.
El templo está dedicado al dios Amón y sus paredes interiores están ricamente esculpidas. Sin duda, este insólito monumento es una de las mejores cosas que ver en Madrid.
Aunque el Palacio de Cristal se encuentra dentro del Parque de El Retiro, es una atracción turística en sí mismo.
Con forma de cruz griega, fue construido con hierro y cristal como un invernadero gigante para garantizar la supervivencia de una exposición de plantas procedentes de Filipinas en la década de 1880.
Hoy, en lugar de plantas, los visitantes encontrarán una serie de exposiciones temporales de arte a lo largo del año. No dejes de visitar el palacio, ya que es una de las mejores cosas que ver en Madrid.
Si quieres ver cómo viven los ricos de Madrid, no dejes de visitar el lujoso barrio de Salamanca. Además de por su elegante arquitectura, Salamanca es conocido por sus tiendas de lujo. La zona alberga muchas marcas exclusivas, como Chanel, Prada y Gucci, lo que la convierte en un paraíso para los amantes de la alta costura.
Salamanca es también un buen lugar para comer. El barrio está lleno de restaurantes gourmet, varios de ellos con estrellas Michelin. Si tu presupuesto no alcanza para tanto, siempre puedes al menos visitar el mercado gastronómico Platea Madrid.
El barrio también alberga un par de museos, entre los que destaca el Museo Arqueológico Nacional.
La Chocolatería San Ginés es un café histórico situado en el corazón de Madrid, muy cerca de la Plaza Mayor. Fundada en 1894, es conocida por servir el chocolate con churros más famoso y tradicional de la ciudad.
Los churros están recién hechos, crujientes por fuera y blandos por dentro. El chocolate caliente es espeso y rico, lo que lo convierte en un maridaje perfecto.
Los visitantes acuden en masa a la Chocolatería San Ginés para saborear el Madrid de antaño y deleitarse con este delicioso manjar. El café está abierto 365 días al año, casi 24 horas al día, por lo que es un lugar excelente para visitar después de una noche de fiesta, o para un desayuno temprano por la mañana.
Matadero Madrid ha pasado de ser el matadero de la ciudad a convertirse en unos de sus mayores centros culturales. El complejo es un paraíso para los amantes de la cultura. Un escenario da cabida a espectáculos visuales de todos los géneros, mientras que un cine proyecta exclusivamente obras de no ficción.
Hay unos 4.000 metros cuadrados de espacio dedicados a exposiciones temporales. Todo ello se completa con un par de restaurantes donde artistas y profesionales se reúnen a menudo para hablar de futuros proyectos.
Lavapiés es un barrio dinámico y siempre cambiante. Es conocido sobre todo por su ambiente multicultural. La zona es un crisol de culturas, con una importante población inmigrante de África, Asia y Latinoamérica.
Esto significa que alberga multitud de restaurantes étnicos asequibles, lo que lo convierte en un destino popular para amantes de la comida exótica y viajeros con un presupuesto ajustado.
Caminando por este barrio te darás cuenta de sus muchas galerías, arte callejero y ambiente relajado que contrasta con otras partes de la ciudad. Lavapiés ofrece una experiencia única y ecléctica para los viajeros que buscan descubrir un lado diferente de Madrid.
Los Jardines de Sabatini se encuentran junto al Palacio Real de Madrid. Fueron diseñados en la década de 1930, ocupando el lugar de las caballerizas reales que habían sido construidas en el siglo XVIII por el arquitecto italiano Francesco Sabatini, responsable también de la Puerta de Alcalá.
Estos jardines de estilo neoclásico están meticulosamente cuidados. Cuentan con numerosas fuentes, varias estatuas de reyes españoles y muchas flores, todo ello con el magnífico Palacio Real como telón de fondo.
¿Vas al rastro o a las calles Cavas Alta y Cava Baja? Entonces te encontrarás en el barrio de La Latina, ¿por qué no explorarlo un poco más? Se trata del lugar perfecto para tomar una caña relajadamente entre madrileños. Aunque concurrido, el ambiente compensa con creces las dificultades a la hora de encontrar mesa.
En la misma zona se encuentra el enorme mercado de la Cebada. Aquí conviven tenderos, vendedores ambulantes de comida y pequeños artistas y artesanos. Sin embargo, La Latina también es conocida por sus innumerables iglesias, como la Real Basílica de San Francisco el Grande.
¿Nuestra recomendación? Callejea a tu antojo a ver dónde acabas.
La recientemente renovada Plaza de España está situada en el extremo oeste de la Gran Vía. Está flanqueada por algunos de los edificios más altos de España, como la Torre de Madrid y el Edificio España. Estos gigantescos edificios datan de la década de 1950 y fueron "símbolos de prosperidad" durante la dictadura franquista.
En la plaza encontrarás zonas para el descanso, una fuente y un enorme monumento dedicado al famoso escritor español Miguel de Cervantes, autor de El Quijote.
Con sus más de 1.500 hectáreas, la Casa de Campo es el mayor parque público de Madrid. Lo que durante siglos fue un coto de caza real acabó convirtiéndose en parque público en la década de 1930.
Aunque técnicamente es un parque urbano, la Casa de Campo se asemeja más a un bosque. Senderos serpenteantes se abren paso entre los árboles y el lago, convirtiéndolo en un lugar ideal para quienes disfrutan paseando por la naturaleza.
La mejor forma de visitar la Casa de Campo es tomar el teleférico desde la esquina del Parque del Oeste, cruzando el río Manzanares. El trayecto no sólo ofrece fantásticas vistas del horizonte de Madrid, sino que incluso se pueden ver los montes de la sierra al norte.
Aunque desconocido para muchos de los que visitan Madrid por primera vez, el Museo Cerralbo es uno de los más importantes de la ciudad. Alberga la que fuera colección privada de Enrique de Aguilera y Gamboa, marqués de Cerralbo. Además, el edificio de estilo italianizante del siglo XIX es tan impresionante como su colección.
La lujosa decoración interior incluye arañas de cristal dorado y mucho mármol. En cuanto a arte, la colección cuenta con casi 25.000 objetos, incluyendo gran variedad de monedas y billetes.
Entre las obras de mayor tamaño, hay ejemplos de cerámica de la antigua Grecia y Roma, además de pinturas de El Greco y una excelente selección de obras de arte chinas y japonesas.
La cocina madrileña está muy influenciada por la historia de la ciudad. Se centra en platos contundentes y sabrosos elaborados con ingredientes frescos. Algunas de las especialidades que no debes perderte son el cocido madrileño y los huevos rotos.
No dejes de probar los vinos del país, como los de Rioja, Ribera del Duero y Rueda, y los famosos embutidos españoles, como el jamón ibérico y el chorizo.
La ciudad es también famosa por su cultura del tapeo. Dos de las zonas más populares para tapear son la calle de Ponzano, en el barrio de Chamberí, y la Cava Baja, en La Latina. Ambas son ideales para aquellos que quieran experimentar la cultura del tapeo en Madrid.
Para una experiencia más inmersiva, los mercados de abastos como el Mercado de San Antón -en Chueca- o el Mercado de la Cebada -en La Latina- ofrecen una amplia gama de productos frescos, carnes y mariscos, así como platos preparados y bebidas. Tendrás la oportunidad de probar de todo, desde ostras y sushi hasta paella y sangría, por lo que es una forma estupenda de explorar la escena culinaria de Madrid.
El Palacio de Liria, un edificio de asombrosa belleza interior y exterior, fue construido en el siglo XVIII como residencia oficial de los duques de Alba.
La visita guiada de una hora a esta casa señorial revela la obra del arquitecto británico Edwin Lutyens, junto con una fascinante colección de objetos. Entre ellos, destacan una primera edición del Quijote de 1605, documentos manuscritos de Cristóbal Colón y una biblioteca de 18.000 grabados.
Construido a orillas del río Manzanares, Madrid Río es un parque creado en los últimos años. Amplios caminos pavimentados se extienden rodeados de zonas verdes con flores y arbustos, mientras que otras áreas se han dedicado a proyectos de repoblación. A ellas han regresado varias especies de aves que habían desaparecido, como martines pescadores y garzas reales.
También hay dos puentes muy bonitos que cruzan el río. El primero es el Puente Cáscara del Matadero y el segundo, nuestro favorito, la Pasarela Arganzuela, de aspecto futurista, que cruza el parque en espiral.
Merece la pena acercarse a la Plaza de la Villa, ya que en ella se encuentran algunos de los edificios más antiguos que se conservan en Madrid. El más antiguo es la Casa y Torres de los Lujanes, construida en el siglo XIV. Está situada en el lado este de la plaza y es de estilo gótico-mudéjar.
Las “en comparación” más nuevas Casa de Cisneros, del siglo XVI, y Casa de la Villa, se encuentran en el lado oeste de la plaza. Esta última fue la sede del gobierno de la ciudad hasta 2008.
El Museo Sorolla es una fascinante mezcla de casa histórica y galería de arte. Dicho museo ocupa el que fuera el hogar del artista del siglo XIX Joaquín Sorolla y Bastida, en el barrio de Chamberí.
Se trata de una de las casas-museo mejor conservadas de Europa y cuenta con el mayor número de cuadros del pintor. Además, los visitantes pueden pasear por el jardín que diseñó, tal y como debió de hacer el propio Sorolla durante los últimos años de su vida.
Inaugurado en 1911, el Edificio Metrópolis pronto se convirtió en uno de los edificios emblemáticos de Madrid, a pesar de que sólo estaba destinado a albergar las oficinas centrales de una compañía de seguros.
Ricamente decorado con piedra labrada, su estilo francés Beaux Arts era extravagante hace 100 años y lo es aún más hoy en día. Sus columnas, que sostienen una cúpula de cobre rematada con una figura alada, hacen de este rincón uno de los más pintorescos de Madrid.
Ubicado en el barrio de Salamanca, el Museo Arqueológico se fundó en 1867 por Real Decreto de Isabel II. Aunque no es uno de los más visitados de Madrid, alberga la mejor colección arqueológica de España. Es por ello que creemos que está muy infravalorado.
El museo se centra en la vida en el Mediterráneo y la Península Ibérica desde la prehistoria hasta el siglo XIX, incluyendo el periodo de dominación árabe. Nuestra parte favorita es la colección de esculturas prerromanas de pueblos ibéricos nativos que se remonta hasta la Edad de Bronce.
En el mismo edificio se encuentra también la Biblioteca Nacional. Contiene un ejemplar de todo libro publicado en España. Aunque la mayor parte de la biblioteca solo está abierta a investigadores, hay ocho salas visitables que acogen una exhibición gratuita.
Situado junto al Parque del Retiro y el Museo del Prado, el Real Jardín Botánico de Madrid es un lugar ideal para relajarse y escapar del ajetreo de la ciudad.
Los cuidados jardines están divididos en siete zonas y contienen cinco invernaderos con plantas de todo el mundo. ¡Incluso hay una colección de bonsáis!
El Teatro Real es uno de los teatros de ópera más importantes de Europa. Ha acogido varios estrenos mundiales, tanto de compositores españoles como Cristóbal Halffter, como de nombres internacionales como Philip Glass.
Las producciones abarcan gran parte del año (la única excepción es el caluroso mes de agosto), lo que da lugar a unas 20 óperas diferentes cada año. Si a esto se añade una apretada agenda de conciertos orquestales y recitales corales, el resultado es una repleta lista de eventos.
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