Históricamente, los gitanos de Granada tenían prohibido vivir dentro de las murallas de la ciudad. En su lugar, se instalaron en las laderas de lo que hoy conocemos como Sacromonte. Allí, excavaron agujeros en la piedra creando cuevas que se convirtieron en sus hogares. Es ahí donde se cultivó la pasión artística y nació la zambra.
Aunque el origen exacto de la palabra "zambra" es discutible, lo más seguro es que proceda de la lengua árabe: probablemente de la palabra "zumra" ("fiesta"), "zamra" ("flauta") o "zamara" ("músicos").
La palabra "zambra" se utilizó por primera vez para representar la forma en que la comunidad gitana celebraba las bodas en las cuevas del barrio del Sacromonte de Granada en el siglo XVII.
Esta tradición también estuvo influenciada por las bodas árabes. Sobre todo, después de que dicha comunidad fuera expulsada de la ciudad en el siglo XVI y se mezclara con los gitanos en las cuevas del Sacromonte.
Aunque la zambra fue prohibida posteriormente por la Inquisición, los gitanos siguieron practicándola y la han mantenido viva hasta hoy.
A día de hoy, la palabra zambra se utiliza para referirse a este particular tipo de baile flamenco de Granada, así como a los establecimientos tradicionales donde se celebran los espectáculos, las "cuevas gitanas".
Aunque durante siglos la zambra ha sido reprimida, despreciada e incluso prohibida, en la actualidad el flamenco granadino es un arte altamente apreciado tanto por los críticos como por el público en general.
Ver una actuación en directo en una de las cuevas flamencas de Granada es una experiencia que no olvidarás. La intimidad del espacio y la acústica lo convierten en algo único.
Nuestras recomendaciones son Cuevas Los Tarantos en el Sacromonte y El Templo del Flamenco en el Albaicín. Continúa leyendo para encontrar la lista completa de los mejores tablaos y zambras que ofrecen espectáculos flamencos diarios en Granada.