Como capital de la Costa del Sol, mucha gente solo asocia Málaga con playas. Lo cual es cierto, hay mucha arena y mucho sol. Alrededor de 320 días de sol al año para ser más exactos. Sin embargo, la ciudad de Málaga y, en particular, su elegante centro histórico, rebosa encanto y buen ambiente.
Además del centro histórico, también tendrás la oportunidad de descubrir sus ruinas árabes y romanas, testigos del pasado de la ciudad. Tampoco podemos olvidarnos de la moderna zona portuaria Muelle Uno, repleta de tiendas, bares y restaurantes. Y, para colmo, Málaga es hogar de 14 km de hermosas playas. Échale un vistazo a nuestra lista de los imprescindibles que ver en Málaga y descubrirás por qué pensamos que es la ciudad más infravalorada de Andalucía.
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El centro histórico es el corazón de la ciudad. La mayoría de los principales puntos de interés a visitar en Málaga se encuentran en esta zona. Pero simplemente pasear por sus calles es un placer, ya que es casi en su totalidad una zona peatonal.
Las calles en sí son una obra de arte. Todas están pavimentadas con mármol que brilla a la luz del sol. ¡E incluso por la noche con la luz de las farolas! Si te fijas bien, te darás cuenta de que casi ninguna calle o callejón es igual. Cada uno cuenta con sus propios colores de mármol y diseño especial.
El centro histórico es un laberinto de estrechas calles llenas de palacios, iglesias, plazas y elegantes edificios del siglo XIX. No olvides visitar la Plaza de la Constitución y la Plaza de la Merced, dos de las plazas más bonitas de la ciudad.
La Alcazaba de Málaga (entrada: 3,50€) es una fortaleza-palacio árabe construida originalmente alrededor de 750-780. Para entrar al palacio, era necesario cruzar 8 puertas fortificadas consecutivas, con sus respectivas torres de vigilancia. ¡Eso sí que es seguridad!
Una vez dentro del palacio, encontrarás varios pintorescos patios con fuentes rodeados por algunas de las habitaciones originales del palacio.
Desafortunadamente, la mayoría de los tesoros del palacio han sido saqueados o simplemente extraviados con el paso del tiempo. Es por eso que la Alcazaba no se puede comparar con la Alhambra de Granada o el Real Alcázar de Sevilla.
Por otro lado, también faltan las multitudes que a diario abarrotan la Alhambra o el Alcázar. Por esa razón, es posible visitar la Alcazaba en un ambiente mucho más relajado y agradable. En cualquier caso, si estás en Málaga, merece la pena la visita.
Uno de los principales lugares de interés en el centro histórico es la Catedral de Málaga (entrada: 10€). Fue erigida entre 1528 y 1782 en el lugar de una antigua mezquita.
Su arquitecto es el mismo que construyó el Puente Nuevo de Ronda.
Los lugareños la llaman cariñosamente "la Manquita", porque en realidad nunca fue terminada. Hasta el día de hoy, todavía le falta una de las torres.
La catedral de Málaga también ofrece visitas a su tejado (entrada: 10€). Tras subir 200 escalones podrás disfrutar de unas estupendas vistas de la ciudad y ver de cerca la torre que sí se construyó en su día.
Málaga es la ciudad natal del famoso pintor Pablo Picasso y, como tal, acoge dos museos en su honor.
El Museo Picasso (entrada: 12€) abrió sus puertas en 2003 y desencadenó el renacimiento cultural de Málaga. Ubicado en el magnífico Palacio de Buenavista, está compuesto por 12 salas de exposición permanente. Si te interesa el trabajo de Picasso, visitar este museo es una de las mejores cosas que hacer en Málaga.
Ubicado en la Plaza de la Merced, el Museo Casa Natal de Picasso (entrada: 3 - 4€) ocupa la casa donde nació el famoso pintor en 1881 en la Plaza de la Merced. Hoy en día, es un monumento a su vida y obra, así como la sede de la Fundación Picasso.
Situado en lo alto de la misma colina en la que se encuentra la Alcazaba, está el segundo monumento árabe de Málaga, el Castillo de Gibralfaro (entrada: 3,50€). Fue construido unos 200 años después de la Alcazaba como extensión de la fortificación existente.
Today, that is not the case. The path that leads to the Gibralfaro starts close to the entrance/exit of the Alcazaba and traverses the mountainside under the fortified walls. Once at the top, you can walk around the fortress walls and see all of Malaga, both the old town and the urban sprawl that surrounds it.
En un momento dado, ambos complejos estaban incluso conectados. Sin embargo, en la actualidad el camino que conduce al Gibralfaro comienza cerca de la entrada de la Alcazaba y atraviesa la ladera de la montaña bajo las murallas fortificadas.
Una vez en el Gibralfaro, es posible caminar alrededor de las murallas de la fortaleza y ver todo Málaga, tanto el centro histórico como la zona urbana que lo rodea.
Para llegar al Castillo de Gibralfaro, es un paseo de unos 20 minutos desde la Alcazaba. Pero ten en cuenta que todo el camino es cuesta arriba. Si estás planeando subir andando hasta el Gibralfaro, evita hacerlo a mediodía, sobre todo en verano. Además, no olvides llevar una botella de agua contigo.
Si no quieres caminar, siempre puedes participar en un tour en segway o utilizar el autobús urbano (las líneas 35 y 92 paran en el castillo de Gibralfaro).
La emblemática Calle Larios se construyó en pleno auge industrial de Málaga, cuando la nueva clase burguesa buscaba lucirse. Esta calle peatonal es la principal arteria social y comercial de la ciudad. Es, sin duda, una de las avenidas más majestuosas de España.
Dado que la mayor parte del centro histórico se compone de calles estrechas, la Calle Larios fue diseñada para que la fresca brisa marina entrara en ella desde el puerto y luego fluyera hacia el resto de los callejones.
La circulación del viento se facilitó redondeando las esquinas de los edificios. Este rasgo arquitectónico se ha convertido en un símbolo de Málaga.
La calle Larios es, sin duda, una de las mejores cosas que ver en Málaga.
Antes de los árabes, fueron los romanos quienes gobernaron en Málaga. Construido originalmente en el siglo I d.C., el anfiteatro romano (entrada libre) se encuentra a los pies de la Alcazaba.
Durante la época de los árabes, muchas de las piedras y columnas del teatro fueron “reutilizadas” para construir la Alcazaba.
Y, con el paso del tiempo, el teatro se vio lentamente enterrado bajo tierra. Hasta tal punto, que llegó a estar completamente escondido durante ¡casi 5 siglos! Sólo fue redescubierto en 1951.
El teatro romano es una de las mejores cosas que ver en Málaga y, lo que es aún mejor, es gratis.
En 2011, el paseo marítimo de Málaga experimentó una gran transformación con la apertura del Muelle Uno. Este moderno complejo de ocio al aire libre está lleno de tiendas, bares y restaurantes. Pasear por el puerto es sin duda una de nuestras actividades favoritas en Málaga.
Desde aquí parten gran variedad de excursiones en barco y cruceros al atardecer.
Durante tu visita al puerto, no te pierdas el emblemático faro conocido como “La Farola.”
El mercado de Atarazanas es uno de los mejores mercados de toda Andalucía. Antes incluso de entrar al edificio, te llamará la atención el impresionante mural de vidrio de colores, así como otros hermosos detalles arquitectónicos. En el interior, la amplia selección de productos a la venta tampoco te decepcionará.
Este tradicional mercado ofrece una gran variedad de pescados y mariscos, carnes, frutas y verduras (locales y exóticas), etc. También hay varias panaderías y un par de bares. Nuestro consejo: no te vayas sin probar las almendras fritas.
El nombre "Atarazanas" proviene del árabe y significa "astillero". Esto se debe a que el mercado ocupa la ubicación de un astillero árabe del siglo XIV.
Aunque parezca difícil de creer (ya que en la actualidad el mercado está a 10 minutos a pie del agua), hace 600 años, cuando se construyó el astillero original, ¡el mar Mediterráneo llegaba hasta el edificio!
Málaga es la capital de la prestigiosa Costa del Sol y cuenta con 14 km de magníficas playas de arena dorada.
El litoral de la ciudad está formado por un total de 15 playas, pero la más famosa y concurrida es la Playa de la Malagueta.
La Playa de la Malagueta es la más cercana al centro, extendiéndose desde el puerto hasta la playa de la Caleta. Esta ancha playa de arena de 1,2 km de longitud está rodeada por un bonito paseo marítimo con una gran variedad de bares y restaurantes.
Cuenta con todas las instalaciones y servicios básicos como duchas y aseos, socorrista, aparcamiento, acceso para minusválidos, alquiler de hamacas y sombrillas, etc.
El flamenco es mucho más que un estilo de música o baile. Es una forma de expresión, es cultura y tradición, es arte. El flamenco ha sido capaz no sólo de sobrevivir a lo largo de los siglos, sino de prosperar hasta el punto de que todavía hoy es una parte importante de la cultura andaluza.
Nuestra especialidad malagueña favorita es, sin duda, los espetos de sardinas. Los encontrarás en multitud de restaurantes, especialmente alrededor de la playa y en el cercano pueblo de Pedregalejo.
En Málaga también abundan los restaurantes históricos, como El Pimpi (ahora propiedad de Antonio Banderas) y la Antigua Casa de Guardia, donde podrás degustar una gran variedad de vinos dulces malagueños.
Asegúrate de visitar el exuberante parque de Málaga, repleto de palmeras y loros. Este alargado y estrecho parque se encuentra entre el puerto y el centro histórico.
Aunque en cierto modo, es más un paseo que un parque, creemos que si vas a caminar entre la ciudad y el puerto o la playa, merece la pena recorrerlo.
Ocupando un edificio palaciego del siglo XVI en el corazón de Málaga, el Museo Carmen Thyssen (entrada: 11€) exhibe 230 obras, principalmente de artistas españoles del siglo XIX: Zurbarán, Sorolla, Zuloaga, Romero Torres, etc.
Aunque a veces eclipsado por otros monumentos, el Museo de Málaga (entrada gratuita para los ciudadanos de la UE; otros 1,5€) es un museo estupendo que te recomendamos acercarte a conocer.
El museo se encuentra en el Palacio de la Aduana, y creemos que sólo por su arquitectura merece la pena visitarlo. Si ya has visitado las 10 mejores cosas que ver en Málaga de nuestra lista y quieres más, entonces acércate al Museo de Málaga.
Como su nombre indica, el Palacio de la Aduana fue concebido para ser utilizado como oficina de aduanas para todas las mercancías que llegaban por mar. Fue construido entre 1787 y 1829 en estilo neoclásico, imitando los palacios renacentistas italianos.
El Museo de Bellas Artes ocupa la primera planta del edificio y está compuesto por más de 2.000 piezas, principalmente de los siglos XIX y XX.
En la segunda planta se encuentra el Museo Arqueológico. Contiene más de 15.000 piezas que van desde la prehistoria hasta el período de Al-Ándalus e incluye varios artefactos fenicios y romanos.
Tras un largo día haciendo turismo, ¿qué mejor que relajarse en un balneario tradicional? El Hammam Al Ándalus es el lugar perfecto para desconectar por completo. Además de recibir un masaje, podrás alternar entre baños templados, fríos y calientes, así como una sala de vapor.
Nos encanta este balneario y creemos que la arquitectura tradicional andaluza e islámica proporciona una experiencia única y agradable. Pero no te conformes con nuestra palabra. Reserva tu sesión de 90 minutos y ya nos lo agradecerás.
El Centro Pompidou de Málaga (entrada: 9€) alberga una colección permanente de arte impresionista de los siglos XX y XXI. El centro forma parte del complejo portuario Muelle Uno. La moderna y colorida estructura de vidrio en forma de cubo que ocupa hace que sea muy fácil de encontrar.
Aunque técnicamente se encuentra en la ciudad de Málaga, el Jardín Botánico de la Concepción, de 150 años de antigüedad, está bastante alejado del centro. Se tarda al menos 15 minutos en coche desde el centro o unos 35 minutos en transporte público (incluyendo una buena caminata).
Dicho esto, los jardines son impresionantes y cuentan con una gran colección de plantas tropicales y subtropicales. Hay más de 50.000 plantas en total, con más de 100 especies diferentes de palmeras, bambúes y plantas acuáticas. La entrada cuesta 5,20 €.
Pedregalejo es el barrio pesquero más antiguo de Málaga. Se encuentra a unos 5 km del centro histórico y parece más un pequeño pueblo que parte de Málaga. Cuenta con una playa de 1,2 km de largo flanqueada por un paseo marítimo y montones de restaurantes.
La especialidad culinaria de Pedregalejo son los espetos de sardinas. Verás que los cocinan en la misma playa con leña de olivo y están deliciosos.
Utilizando el transporte público, tardarás unos 25 minutos en llegar a Pedregalejo. Pero nuestra recomendación es alquilar una bici (o bici eléctrica) y recorrer el litoral malagueño hasta Pedregalejo.
A una hora en coche de Málaga se encuentra una de las rutas más emocionantes del mundo, el Caminito del Rey. El recorrido te llevará por puentes colgantes y pasarelas que se elevan más de 700 m sobre el río Guadalhorce.
A medida que avanzas por el sendero, disfrutarás de impresionantes vistas del río, las montañas a lo lejos y los paisajes rocosos de los alrededores.
Planea unas 3 horas para realizar todo el recorrido.
Debido a su ubicación, puede resultar difícil llegar si no se dispone de coche propio. Si ese es tu caso, te recomendamos participar en una excursión al Caminito del Rey que incluya el traslado desde y hasta Málaga.
Ronda es conocida por su espectacular Puente Nuevo que fue construido en 1793. ¡Realmente parece sacado de Juego de Tronos o El Señor de los Anillos! La localidad de Ronda es super pintoresca y, sin duda, una de las mejores cosas que ver en la provincia de Málaga.
Necesitarás alrededor de 90 minutos para llegar a Ronda en coche desde Málaga. El trayecto en transporte público es mucho más complicado y requiere entre 2-3 horas. Por eso, si no dispones de vehículo, te recomendamos visitar Ronda con una excursión que incluya el transporte.
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